Al ser una intervención invasiva, con la cirugía de laminectomía lumbar las complicaciones que se pueden dar son sangrados, infecciones en la zona de la herida quirúrgica, infecciones en las vértebras intervenidas, daño en la raíz nerviosa que puede provocar pérdida de fuerza, hormigueo, etc.
Otra de las consecuencias de la laminectomía es la inestabilidad de la columna. Al quitar parte del hueso de una o varias vértebras, puede aumentar la inestabilidad de la columna, siendo necesario practicar otra cirugía, la artrodesis o fusión lumbar. Normalmente, esta situación se puede prever, por lo que ambas técnicas se realizan durante la misma intervención.
Las complicaciones de la cirugía de espalda están directamente relacionadas con la agresividad de la técnica. Así, cuando utilizamos cirugías mínimamente invasivas logramos reducir los riesgos y complicaciones que se dan con la laminectomía tradicional.
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