La endoscopia de la columna vertebral se está convirtiendo en una opción cada vez más popular para tratar diversas afecciones de la columna debido a sus múltiples ventajas. Esta técnica mínimamente invasiva ofrece una recuperación más rápida y menos complicaciones en comparación con la cirugía abierta tradicional.
¿Qué es una endoscopia de columna?
La endoscopia de columna es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que permite al cirujano visualizar y tratar problemas en la columna vertebral utilizando un endoscopio. Un endoscopio es un tubo delgado y flexible equipado con una cámara y luz en su extremo, lo que permite al cirujano ver el área afectada en una pantalla de video. Esta técnica se utiliza para tratar diversas afecciones como hernias discales, estenosis de canal y problemas degenerativos de los discos.
Durante el procedimiento, se introduce el endoscopio para extraer el disco herniado y colocar un implante. Esta intervención es especialmente beneficiosa para aquellos pacientes que sufren de dolor lumbar crónico, el cual puede afectar significativamente su calidad de vida.
Además de estas condiciones, la endoscopia de columna también se utiliza para la extracción de tumores, quistes y otros cuerpos extraños ubicados en el canal intervertebral.
Un aspecto innovador de este procedimiento es la posibilidad de implantar células madre en el paciente, lo que ayuda en la recuperación de los tejidos dañados.
¿Cómo es el preoperatorio de una endoscopia de columna?
Antes de someterse a una endoscopia de columna, se realizan varias evaluaciones y preparativos:
- Evaluación médica: Se revisa el historial médico del paciente y se realizan estudios de imagen como radiografías o resonancias magnéticas.
- Consultas preoperatorias: El paciente se reúne con el cirujano y el anestesiólogo para discutir el procedimiento y las expectativas. Además, se efectuará un estudio neurofisiológico previo a la intervención para obtener información adicional sobre el estado del paciente.
- Instrucciones preoperatorias: Se proporcionan instrucciones específicas, como ayuno previo a la cirugía y ajustes en la medicación habitual.
Estos pasos aseguran que el paciente esté en óptimas condiciones para la cirugía y ayudan a minimizar riesgos.
¿Cómo se realiza la cirugía de endoscopia de columna?
La cirugía endoscópica de columna dura aproximadamente 90 minutos e implica una serie de pasos precisos:
- Anestesia: El paciente puede recibir anestesia general o local, dependiendo del caso y la preferencia del cirujano. Por lo general, se administra anestesia general al paciente para garantizar su comodidad durante el procedimiento.
- Incisión: Se realiza una pequeña incisión en la piel, que mide entre uno y tres milímetros, a través de la cual se introduce el endoscopio.
- Visualización: El endoscopio permite al cirujano ver la estructura interna de la columna en una pantalla de alta definición.
- Tratamiento: Utilizando instrumentos especiales, el cirujano procede a extraer el fragmento del disco herniado
- Cierre: Una vez completado el procedimiento, se retira el endoscopio y se cierra la incisión con puntos de sutura.
Esta técnica minimiza el daño a los tejidos circundantes y reduce el riesgo de infección y complicaciones postoperatorias.
¿Cómo es la recuperación tras una endoscopia de columna?
La recuperación de una cirugía endoscópica de columna es generalmente más rápida y menos dolorosa que la de una cirugía abierta tradicional:
- Hospitalización breve: Muchos pacientes pueden irse a casa el mismo día de la cirugía o al día siguiente.
- Menos dolor postoperatorio: Al ser una técnica mínimamente invasiva reduce el dolor y la necesidad de analgésicos fuertes.
- Rehabilitación rápida: Los pacientes pueden iniciar fisioterapia y actividades ligeras en un período corto, generalmente en una semana.
- Menor riesgo de complicaciones: La menor invasión reduce el riesgo de infecciones y complicaciones relacionadas con la cirugía.
La cirugía endoscópica de columna es una opción altamente ventajosa para tratar problemas de la columna vertebral. Sus beneficios incluyen una recuperación más rápida, menos dolor y menor riesgo de complicaciones.
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